No hagas marketing de adolescente

Ser diferente cuando se es un adolescente es mortal para la reputación. Ser diferente cuando se es un producto en el mercado, es vital para la supervivencia.

¿Por qué hablo de la situación adolescente? Porque en esas circunstancias se trata de encajar; hay que mezclarse, hay que ser homogéneos; desgraciadamente muchos se acostumbran a eso y durante su vida siguen intentando esa táctica… incluyendo sus negocios. Grave error.

La única forma de tener éxito en el mercado es ser disruptivamente distinto. [tti link=» Twittea esta frase.»]La única forma de tener éxito en el mercado es ser disruptivamente distinto.[/tti] ¿Por qué rayos los consumidores habrían de dirigirnos siquiera una mirada si somos igual que la tonga que se halla en el anaquel? ¿Cuántas veces le ha comprado algo a un anunciante de letra chiquita en las páginas amarillas? ¿Nunca? Debe ser porque el directorio tiene un millón de anuncios iguales, indiferenciados… como hechos por un adolescente medroso.

¿Un ejemplo de disruptivo? ¿Cómo empacaría tres variedades de queso parmesano de una manera innovadora? Nah, olvídese de contratar al mejor diseñador de empaques… La respuesta es «hágalos lápices.»

Eso es lo que hizo The Deli Garage en Alemania. Cada lápiz está hecho de un tipo de queso (trufas, pesto y chili). Los metió en un empaque tradicional y les adjuntó un sacapuntas. Como toque final añadió una regleta con el tamaño de porción a afilar de acuerdo a cada platillo a preparar.

¡Es una condenada belleza! ¿El resultado? En menos de 2 semanas se había agotado la primera edición de 500 piezas. Hace unos días hablábamos de cómo subir los precios agregando valor para que el mercado no se mostrara reacio a comprar. Éste es un perfecto ejemplo de ello.

Disruptivos, diruptivos… ¡Dejemos de pensar como adolescentes! No se trata de encajar sino de sobresalir. [tti link=» Twittea esta frase.»]¡Dejemos de pensar como adolescentes! No se trata de encajar sino de sobresalir.[/tti]