El 2025 plantea un desafío claro para las marcas: no alcanza con estar presente, hay que hacerse notar, conectar mejor y actuar más rápido que nunca. En un entorno dominado por algoritmos, inteligencia artificial y audiencias cada vez más fragmentadas, las estrategias genéricas se diluyen. El diferencial está en las acciones concretas, directas y bien segmentadas. Por ejemplo, plataformas como Mailrelay permiten ejecutar campañas de email marketing precisas, con una segmentación agresiva basada en comportamiento, que apuntan a convertir en lugar de solo informar.
El contexto: más canales, más ruido
Con usuarios que saltan entre TikTok, newsletters, podcasts, YouTube y motores de búsqueda basados en IA, captar la atención es solo el primer paso. Lo verdaderamente valioso en 2025 será sostener esa atención y transformarla en acción. Para eso, las marcas necesitan un combo entre creatividad, datos y tecnología.
Entonces, ¿qué tipo de acciones están marcando la diferencia?
1. Campañas de email marketing hipersegmentadas
Atrás quedó el “Hola [nombre]” como único gesto de personalización. En 2025, lo que marca la diferencia son las campañas diseñadas en función del comportamiento específico del usuario. Por ejemplo:
- Detectar usuarios que abrieron correos sin hacer clic y enviarles un contenido interactivo (como un quiz o encuesta rápida).
- Identificar a quienes compraron un producto específico y ofrecerles una guía exclusiva, contenido extra o un accesorio complementario.
- Segmentar por tiempo de inactividad y diseñar campañas de “reactivación emocional” (con mensajes nostálgicos o premios de fidelidad inesperados).
Este tipo de campañas no se basan solo en edad, género o zona geográfica. Usan datos como frecuencia de compra, días y horarios de apertura, tipo de dispositivo y hasta la interacción con otros canales. Son agresivas en el buen sentido: se meten justo donde el usuario dejó señales.

2. Live shopping y transmisiones interactivas
Inspiradas por el modelo asiático, las transmisiones en vivo donde se muestran productos y se permite comprar en el momento están ganando terreno en América Latina. Plataformas como Instagram, TikTok y hasta YouTube ofrecen herramientas para conectar catálogo, chat en vivo y compra directa. Una estrategia efectiva para lanzar nuevos productos o liquidar stock con urgencia.

3. Automatizaciones en tiempo real
La IA generativa permite hoy construir flujos que reaccionan en el acto. Por ejemplo:
- Si un cliente visita una categoría del sitio más de tres veces en una semana sin comprar, se puede disparar un correo con “Te ayudamos a decidir”.
- Si abandonó el carrito, pero volvió a abrir un correo anterior, se puede enviar un código de descuento personalizado.
La clave está en no automatizar por automatizar, sino diseñar automatizaciones inteligentes, basadas en datos reales y con un tono humano.
4. Campañas “dark social”: donde no se mide, pero se influye
Mucho del contenido que verdaderamente circula hoy no se mide con Analytics: se comparte por WhatsApp, se reenvía por email o se comenta en un grupo cerrado de Facebook. Pensar campañas que inviten a compartir, que sean útiles o emocionalmente potentes, es una manera de amplificar el alcance sin pagar pauta.
Ejemplo: un e-book descargable con consejos útiles para un nicho específico, que al final invite a compartirlo con un amigo. O una serie de correos con contenido “desbloqueable” si se reenvía a X cantidad de contactos.
5. Integraciones personalizadas con IA
Desde búsquedas en sitios potenciadas por GPT, hasta asistentes de compra que ayudan a elegir productos en base a preguntas abiertas, el uso creativo de inteligencia artificial es otro diferencial fuerte.
No se trata de reemplazar al equipo de marketing, sino de sumarle músculo para escalar ideas, responder más rápido o encontrar patrones ocultos en el comportamiento del cliente.

Precisión, emoción y datos bien usados
El marketing digital en 2025 será menos sobre estar en todos lados, y más sobre estar en el lugar justo, con el mensaje adecuado, en el momento correcto. Las marcas que lo logren no serán necesariamente las más grandes, sino las más estratégicas.
Una campaña de email bien segmentada, una transmisión en vivo bien ejecutada o una automatización pensada con sensibilidad puede marcar toda la diferencia. Porque al final del día, lo que más vale no es el volumen, sino la conexión.




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