Muchos de mis alumnos, cuando les solicitaba alguna campaña publicitaria, recurrían a los modelos aspiracionales, sin embargo perdían fácilmente la noción de quién era su cliente. Desgraciadamente en el mercado real, la situación suele repetirse con más frecuencia de la deseada.
En este contexto, hay una empresa que en México hace un excelente trabajo de marketing y lo combina con un diseño tremendamente funcional y objetivo. Este caso de éxito no sólo es llamativo por las cuestiones ciadas sino porque seguramente la mayoría de nosotros ha sido alcanzado por su mercadotecnia de una u otra manera, a pesar de no tener un sólo anuncio en televisión o radio; además de ello, han logrado empoderar a miles de mujeres como su fuerza de ventas… ¿Alguno de ustedes nunca ha hojeado catálogo Avon?
Si creen que exagero con la presentación, baste decir que tan sólo en 2008, el número de representantes de Avon en México creció 148% y llegó a cerca de 400,000, casi el doble que la suma de los empleados de las empresas de Carlos Slim en el país.
Ahora, si analizamos su catálogo, la verdad es que sería un tremendo ejemplo para estudiantes de publicidad, diseño y mercadotecnia.
Dentro de sus más grandes aciertos están:
Avon actualmente es una empresa multinivel que hay que decirlo, tiene un ejercito de vendedoras con sentido de pertenencia, lealtad y objetivos bien definidos. Este modelo de comunidad que se repite en varios países le da a la marca más de 10,000 millones de usd anuales en todo el mundo.
¿No es éste un gran caso de éxito?