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Chicles en la cabeza: Caso Bubbaloo

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En verdad hay que tener chicles en el cerebro para aceptar un anuncio así­. Es verdad que uno de los públicos objetivo más fuertes de Bubbaloo, el chicle de Cadbury Adam’s, es el de los adolescentes, pero sacar al aire un spot que atenta directamente contra la autoridad de los padres… perdónenme pero me parece absurdo, por decirlo lo más eufemí­sticamente posible.

Sí­, los jóvenes se sentirán identificados, pero ¿quién les da el dinero a los jóvenes?, ¿quiénes son una de sus principales fuentes de influencia?, ¿quién tiene otros hijos más pequeños que son y/o podrí­an ser consumidores potenciales a menos que les prohiban desde niños el producto? ¡Bingo! ¡Los padres!

No se puede generar un spot que ataque directamente a uno de los stakeholders que tiene el producto ¡Mercadotecnia básica! 

Realmente… hay que tener chicles en la cabeza.

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