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La buena publicidad no necesita ser cara

Muchas veces las PyMEs piensan que para hacer una campaña de publicidad impactante es necesario invertir mucho… nada más falso que ello.

Para ejemplo está este maravilloso cartel diseñado para el Centro de Terapia Kofukan, en Brasil, donde los tratamientos se centran en hacer un masaje en base a presión con los dedos, una técnica milenaria conocida como Shiatsu.

Aparentemente el poster es tan sólo uno más, mostrando el torso de una mujer de espaldas, sin embargo cuando uno se acerca puede leer la leyenda «Presiona para relajar»; cuando el espectador lo hace, se encuentra con que, si presiona con suficiente firmeza con sus dedos, puede sentir que una bolita se deshace e incluso se escucha un clack… tal cual si a uno le hubieran aliviado alguna dolencia con un quiropráctico.

La producción es tremendamente sencilla. El secreto está en que el cartel tiene como parte posterior, plástico burbuja (del cual todos amamos reventar las burbujas). Sencillísimo ¿no? Claro que es más fácil analizar en retrospectiva que en el momento de creación… pero allí reside el talento de los mercadólogos, los creativos, los publicistas…

Un gran ejemplo de que la publicidad que interactúa, la experiencial, no necesariamente necesita ser cara. Ahora que recuerdo, también de un masajista, vale la pena echarle un ojo a esta tarjeta de presentación.

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