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Pepsi Fútbol, la Selección Mundial

En medio de toda la calentura efervescente que sólo un evento como el Mundial de Fútbol puede provocar, el marketing de guerrilla, tema que ya se habí­a abordado en este blog, no se hizo esperar. Pepsi tomó las armas y volvió al ataque con su misma estrategia que tanto éxito le ha dado en justas pamboleras pasadas.

La refresquera le pagó a un verdadero dream team para que le representara. Para la soberbia constelación rompe-redes, desarrolló un uniforme y un vistoso logotipo. La imagen del equipo, éxtasis del soccer, está integrada por jugadores como Roberto Carlos, Ronaldinho, Beckham, Raul y Lampard, y está dando la vuelta al mundo a velocidad de globalización, lo que quiere decir que en menos de lo que se lee este post, ya fue y vino.

No obstante, es de llamar la atención que se haya convertido en un producto glocal (global+local), sufriendo transformaciones en cada paí­s, agregando su estrella particular. Por ejemplo, en México, la figura de Alejandro Nesta, es sustituí­da por la del «Prí­ncipe», Rafa Márquez.

Ni Nike ni Adidas pueden darse el lujo de mostrar este equipo en su publicidad. Sin embargo, Pepsi, sin apostar un sólo centavo a contratos de sponsor oficial, se ha ligado al evento futbolero de una manera espléndida, aunque hay que decirlo, a veces metiéndose en problemas con su acérrimo rival, Coca-Cola, como en el caso de algunos jugadores de la Selección Mexicana, quienes se han prestado a grabar comerciales con los azules, cuando el contrato oficial de la Selección es con los rojos. Por si fuera poco, encima de esta situación con sabor legal, el copy de Coca en México es «Toma lo bueno», mientras que sabiamente Pepsi, en sus carteleras de esta campaña, estampó: «No tenemos lo bueno, tenemos lo mejor».

Supongo que es una estrategia que se acerca a algo que constantemente me dirí­a mi abuela… No importa si hablan bien o mal de mí­, mientras hablen de mí­… porque de un tonto nadie se ocupa.

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