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Un café sin brassiere, por favor: Caso Starbucks

La acción retro de Starbucks es una de esas decisiones de marketing que me hacen exclamar ¿En qué rayos estaban pensando?

No hace más de un mes, la cadena cafetera lanzó, a través de su CEO, un plan para reposicionarse; esto debido a la dramática caí­da que las acciones han presentado durante los últimos 15 meses y al surgimiento de una amenaza… Los McCafé.

La estrategia se basa esencialmente en la adquisición de nueva maquinaria, la mejora de sus mezclas, el desarrollo de un programa de lealtad, la generación de una red social y una alianza ambiental. Creo que muchos, como un servidor, se cuestionan si éste era el camino correcto…

Además de estas ejecuciones, nos encontramos con el cambio momentáneo de logotipo en los vasos, por aquel que se usara en 1971. Esto en atención al lanzamiento de su Pike Place Roast, que de acuerdo con la cadena, es una vuelta a sus orí­genes. Hay que decir que la vieja sirena luce «uhm cómo expresarlo» algo tétrica y bofa, aún con los senos descubiertos ¿o debiera decir, además de?

La pregunta es, «Como consumidor ¿realmente importa si en el vaso, el logo es el corporativo o el retro?» ¿Acaso no el target de Starbucks adquiere el producto por su calidad? ¿Cuál es el sentido de invertir en esto cuando la compañí­a ha perdido en sus acciones por 15 meses?

Ahora que lo pienso y viendo bien esta deshinibida y obesa sirena creo que no siempre se puede decir que el sexo vende.

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