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Un código samurái para el marketing

Samurái (侍 samurai) es un término que se utiliza para denominar a los guerreros del antiguo Japón; se trataba de una élite militar que gobernó el país durante cientos de años.

Durante mucho tiempo, los samuráis se enfrentaron día a día a los horrores de la guerra y a la posibilidad de su propia muerte, siendo conscientes de ese riesgo; para afrontar esa vida, estos guerreros seguían los preceptos clásicos del bushidō o «Camino del guerrero».

Algunas disciplinas de hoy han retomado el Bushido para transformarlo en una forma evolucionada de su original propósito bélico. Ejemplo de ello es el Aikido o camino de la energí­a en armoní­a. En esta arte marcial la filosofí­a del Bushido se funde con un pensamiento más civilizado, donde la tolerancia es una estrategia y a la vez una forma complementaria y fluida de combate, que permite conocer al oponente venciéndolo en su propio terreno sin causarle daño fí­sico.

¿Podríamos hacer lo mismo con el marketing? Para responderlo este pequeño ejercicio.

I Nadie amará nada que desconozca.

[tti link=»Twittea esta frase»]Nadie amará nada que desconozca.[/tti] Se desea aquello que se mira de forma constante, aquello que se conoce y está en nuestros días. La ausencia nunca trae nada bueno para aquel que se va o no está. Vital es entonces INFORMAR una y otra vez. Los esfuerzos humanos y materiales para comunicación, imprescindibles son. Claro, conciso y verdadero el mensaje debe ser.

 

II Nadie amará nada a menos que le atraiga.

[tti link=»Twittea esta frase»]Nadie amará nada a menos que le atraiga.[/tti] Conocer no es suficiente, es necesario seducir. Las formas son importantes. La palabra sola no atrae, embellecer el discurso es necesario. Trascendente es entonces PERSUADIR. La retórica es el camino; sus tácticas deberás aprender.

 

III Nadie amará nada que no sienta personal.

[tti link=»Twittea esta frase»]Nadie amará nada que no sienta personal[/tti] IDENTIFICAR al objetivo necesitas; no se puede ser todo para todos, enfocarse es imprescindible. saber quién es, dónde se encuentra, dónde conversa, que sitios visita, qué ritos tiene; conocerle a fondo, estar cerca de él; luego entonces podrás seducirle.

 

IV Nadie amará nada que no pueda alcanzar.

[tti link=»Twittea esta frase»]Nadie amará nada que no pueda alcanzar[/tti] Hacer LLEGAR una presencia tangible y virtual hasta el objetivo es vital; presencia que responda a sus deseos, miedos, realidades y sueños; presencia que él sienta que puede hacer suya… Recuerda, el árbol que cae en un bosque sin gente no hace ruido.

 

V Nadie amará nada que no recuerde.

[tti link=»Twittea esta frase»]Nadie amará nada que no recuerde[/tti] FRECUENTAR a ese público y repetir el mensaje es necesario. La constancia y la consistencia siempre aliadas son y trabajarán para ti con lealtad si tú las respetas.

 

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Si alguna de estas lí­neas descuidaras, es permitido abandonar y por otra senda deberás andar, pues careces de lo necesario para recorrer este camino. Para los que decidan continuar en él, deberán recorrerlo rigiéndose con los 7 principios del Bushido:

Sed fieles a él y vuestro honor crecerá. Rompedlo, y vuestro nombre será denostado por las generaciones venideras .

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