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Por qué el director de marketing de contenidos no necesita saber escribir

¿Es necesario saber escribir para ser un director de marketing de contenidos? La respuesta es que idealmente sí, pero no es algo imprescindible ¿Cómo es esto posible?

El punto está en que confundimos dos términos: director de marketing de contenidos y editor.

Antes de explicar un poco más los perfiles y habilidades de cada uno, habría que decir que, a grandes rasgos, el marketing de contenidos es el conjunto de tácticas para generar contenidos diseñados para una audiencia específica a fin de atraerla, retenerla, y volverla cliente recurrente. Los contenidos no necesariamente son escritos. LEGO por ejemplo, nos ha enseñado que las películas son un extraordinario medio para lograr sus objetivos, y lo mismo ha hecho Red Bull con cientos de videos.

Los contenidos pueden tener muchos formatos y hay que diseñar y entregar aquellos que mejor funcionen con la audiencia.

Diferencia entre un director de marketing de contenidos y un editor

El director de marketing de contenidos

Un director de marketing de contenidos es un mercadólogo y un estratega. Es quien delimita a los buyer personas y de acuerdo a estos perfiles, sugiere la sustancia y la forma (videos, blogs, imágenes, películas, series de TV, revistas o boletines, conferencias, etc.) Es el responsable de crear la misión de contenidos de acuerdo a los objetivos del negocio y de hacerla trabajar con los distintos equipos: editorial, social media, video, e-mail marketing, etc.

En este marco, es más importante que esta figura sepa mucho de marketing de atracción y todas sus herramientas; que entienda de engagement marketing; que comprenda bastante de analítica, de manejo de personal y proyectos, del negocio de la compañía y su core business y que a fin de cuentas, reporte directamente con el CEO, no resultados de cuántos clicks produce el contenido, sino cuántas conversiones y dinero está dejando, por lo que esta figura tiene total acceso a los resultados económicos de la organización.

Editor, vía Shutterstock

El editor en jefe

De aquí bajamos un pequeño peldaño y nos encontramos al editor en jefe, quien se encarga de llevar a cabo a detalle, el plan sugerido por el director de marketing de contenidos. Aquí sí, las habilidades de escritura son más que deseables, dominando tono y manera acorde a la personalidad de la marca y a los objetivos señalados. Es el responsable de la creación, curación, distribución y calendarización de contenidos y de que se comunique con ello el mensaje establecido en la estrategia.

Obviamente también debe tener buenas habilidades tecnológicas para comprender los canales, y un eficiente manejo de gestión de proyectos es recomendable. La capacidad de storytelling es bien recibida y debe tener una óptima habilidad de relacionamiento, pues gestionará al equipo creativo y editorial. Reportaría al Director de Marketing de Contenidos.

En este marco, como puede  apreciarse, se trata de dos perfiles que aunque se mueven en las mismas aguas, tienen funciones distintas, siendo uno más estratégico y mercadológico, y el otro más enfocado a la sustancia y forma. Los marketers se desempeñan bien para la primera función y los perfiles devenidos de áreas editoriales digitales, cuadran bien en la segunda.

De cualquier manera, se trata de una dupla que debe tener una extraordinaria relación, un muy buen nivel de entendimiento e involucramiento, y que además debe funcionar en perfecta sincronía… como un reloj.

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